¡Mucha mierda!

O eso dicen antes de salir al escenario. Eso pensé el otro día, un amigo me contó que tenía una entrevista de trabajo y le dijeron que se preparara una presentación. Cuando les preguntó de qué, le dijeron que de él mismo. Debía presentarse a si mismo, al principio estaba un poco sorprendido pero después le fue muy bien. El día antes que asistiera a la entrevista, sin querer evitarlo, le dije...¡Mucha mierda!

Creo que es una gran idea, y a la vez mucho más práctica que las entrevistas clásicas o incluso mejor que los CV en video. Es mucho mejor porque realmente sólo tienes una oportunidad para hacerlo correctamente y es el momento perfecto para demostrar cualidades que uno dice que posee. Pero que en una entrevista normal rara vez se pueden demostrar.

Se pueden valorar habilidades como:

- Capacidad de mantener la atención
- Capacidad de estructuración de un contenido
- Capacidad de síntesis
- Control de las emociones
- Capacidad de transmitir una idea
- Utilización del lenguaje
- Creatividad
- Control del lenguaje corporal
- Utilización de una herramienta ofimática
- Tipo de imágenes utilizadas
- Capacidad de reacción ante preguntas

Aunque es cierto que algunas de estas habilidades se pueden valorar en una entrevista, con la presentación se pueden valorar y poner énfasis en todas ellas. Se podría comenzar con una presentación de 10 minutos y a partir de ahí realizar la entrevista, sin duda mucho más ameno.

Cómo dijo Churchill, si tengo que preparar un discurso de 2 horas tardo, 5 minutos. Pero si tengo que preparar un discurso de 5 minutos, tardo 2 horas.

Al final, lo que quiere saber el entrevistador es... ¿cuáles son las capacidades reales del candidato?

Así que, qué mejor manera que practicar un poco. Puede que la presentación sea una idea útil para un tipo de trabajo, y puede que para otros no. Pero seguro que puede haber otras ideas originales que ayuden a valorar las capacidades reales de la personas…

No lo olvidemos, en las entrevistas de trabajo nadie dice toda la verdad.