lunes, 19 de abril de 2010

Los supusitorios pelaos y por el culo

Hace poco me contaron una anécdota que me está costando olvidar, voy a ver si la escribo y así consigo olvidarla. Aunque más que una anécdota (¡gracias susana!) creo que podría contarse en forma de cuento.

Erase una vez una Doctora, Roberta se llamaba. La Dra. Roberta acababa de licenciarse y estaba muy contenta, tan pronto como acabó sus residencia se puso a buscar trabajo y no tardó en encontrarlo. En seguida empezó a realizar suplencias y a pasar consulta en un ambulatorio...

Uno de esos primero días, acudió a la consulta un paciente muy preocupado por un dolor lumbar que no cesaba. La Doctora no dudó en recetarle Voltaren en forma de supositorios, el paciente se fue a la farmacia a comprar la medicación que le habían recetado. Al cabo de una semana el mismo paciente volvió a la consulta quejándose del mismo dolor. La Doctora no podía salir de su asombro, después de hacerle varias preguntas, le preguntó que cómo se administraba la medicación... A lo que el paciente respondió:

- Mire usted, me pongo unas gasitas empapadas, que me prepara mi mujer, en la zona lumbar. Ponemos el supositorio debajo de ellas y ahí se forma una pasta... y va haciendo su efecto...

Después de esto la Doctora Roberta, siempre que recetaba un supositorio añadía, la coletilla... "por el culo". Ese día aprendió que la experiencia es un grado, y que había que hablar claro. Desde entonces... Los supositorios por el culo. Sin duda era la mejor manera de prevenir.

A los pocos días vino a la consulta de la Doctora Roberta otra paciente quejándose de dolor lumbar, la Doctora rápidamente le recetó Voltaren, y le dijo muy consciente que el supositorio por el culo.

La misma paciente volvió al cabo de dos días, quejándose de dolor. Prácticamente no podía moverse, y la Doctora le preguntó y le preguntó... La vía de administración era la correcta...

- Bueno rasca un poco al ponerlo - dijo la paciente
- Pero, ¿usted le retira el envoltorio al supositorio?
- ¿Qué envoltorio?
- ....

Desde aquel día... los supositorios pelaos y por el culo.

En unas semanas la Doctora había aprendido una cosa que nadie le había enseñado durante sus estudios. Las personas deben entender aquello que se les dice, los estadounidenses han inventado palabras como feedback, o teachback, pero el concepto es el mismo. Asegurarse que lo han entendido y saben lo que tienen que hacer para curarse. Y para eso me temo que no basta con un SI, habrá que pedirle al paciente que nos lo cuente y asegurarnos que lo ha entendido correctamente, más vale prevenir que curar.

El cuento no es falso.

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